«a Dios. mas antes siguen el apetite de su carne: que la volundad de Dios. El mundo promete cosas temporales e pequeñas: e siruen le con gran desseo. yo prometo cosas altas: e eternas: e entorpecen se los coraçones de·los hombres. Quien me sirue e obedece en todas las cosas con tanto cuydado: como al mundo. e a sus señores. Haue verguença Sydon: dize el mar. e si buscas la»