«Fabla pues senyor: que tu sieruo oye. Ca tu señor tienes palabras de vida eterna. fabla me para qualquiere consolacion de mi anima. e para emendacion de toda mi vida. e para la gloria: e perpetua honra tuya.§ Capitulo .iij. que las palabras de Dios se deuen oyr con homildad: e que muchos no las pesan como deuen.§ Oye fijo mio mis palabras: palabras muy suaues: e que sobrepujan toda la»