«la propia pobreza. E entonces no hai meior remedio: que la paciencia: e negando me a mi mismo: poner me en la voluntad de Dios. Nunqua falle religioso. que alguna vez no sintiesse que la gracia staua apartada d·el: e que no haya sentido diminucion de feruor en la deuocion. Ningun sancto fue ya mas tan alumbrado: ni tan eleuado: que antes: o despues no fuesse tentado. Ca no es»