«hauer tu coraçon. e como rey assentar se en su propia silla. Si te supiesses bien apartar de qualquiere criatura. Jesu moraria contigo de buena volundad. Qualquiere cosa que pusieres en los hombres fuera de Jesu: quasi toda la fallaras perdida. No confies ni te firmes sobre la pluma: que es llena de viento. Ca toda carne es fie[m]o: e toda su gloria cahera como flor: de feno. Luego seras engañado:»