«plazera entonces la constante paciencia: que toda la potencia del mundo. Entonce mas sera enxalçada la simple obediencia: que toda la astucia del mundo. Entonce mas alegrara la pura: e buena consciencia: que la docta philosophia. Mas pesara entonce el menosprecio de·las riquezas: que todo el thesoro de·la tierra. Entonce mas te aconsolaras con la deuota oracion: que no con el delicado maniar. Entonce mas te alegraras de hauer»