«el que tiene siempre la hora de la muerte delante sus ojos: e se apareja cadaldia a morir. Si vees alguna vez morir alguno: pensa que por aquel camino has de passar. Quando fuere de manyana piensa que no has de llegar a la noche. E quando fuere de noche: no oses prometer de ver la manyana. porĀ·ende sta siempre aparejado: e viue de tal manera: que nunqua te falle»