«algunos ahun que no tengan a penas. trabajando. e mendicando lo necessario: que si podiessen siempre viuir. no curarian de reyno de Dios. O locos e infieles en el coraçon: de·los que yazen tan fondamente en la tierra: que no saben sino las cosas carnales. Mas los desuenturados en el fin sentiran grauemente quan vil: e quan nada era lo que tanto amaron. Los sanctos de Dios: e todos los»