«considerando: e pensando su destierro: e los muchos peligros de su alma. Por la liuiandad del coraçon: e el descuydo de nuestros defectos: no sentimos los dolores de nuestra alma. Mas muchas vezes nos reimos vana mente: quando deuriamos llorar. No es verdadera libertad: ni buena alegria sino en el temor de Dios con buena consciencia. Bienauenturado el que pueda lançar de si qualquiere empacho que le puede distraher: e puede»