«La vida. del buen religioso deue resplandecer en todas las virtudes: e que sea tal dentro: qual parece a los hombres de fuera. E con gran razon deue ser mucho mas dentro que lo que defuera se vee. Ca Dios es el que nos mira. al qual deuemos acatar con mucha reuerencia dondequiere que stouieremos e andar en su presencia como angeles muy limpios. Cadaldia deuemos renouar nuestro proposito e despertar»