«maestro. Las pisadas: que dexaron dan testigo: que fueron verdaderamente varones sanctos: e perfectos: los que siendo tan nobles caualleros soiudgaron el mundo. ya tenemos por hombre: que faze mucho: el que no traspassa la regla. e el que puede suffrir con paciencia lo que ha recebido. ya nos enoia el viuir por el cansacio: e tibieza: e negligencia nuestra: que tan presto nos apartamos del primer feruor. Pluguiesse a Dios»