«fasta que Dios de otra manera lo ordene. E piensa que quiça es meior para la prueua de tu paciencia sin la qual no son mucho de estimar nuestros merecimientos. Deues empero por·los tales empachos rogar a Dios que te ayude para que los puedas lleuar con mansedumbre. Si alguno amonestado vna vez: o dos no se emendare: no contiendas con el: mas encomienda lo todo a Dios: para que»