«que vos tengo de castigar? como vos podedes a·mj por vna palabra reprehender. njn avn por aquesto el obispo çiertamente non es escusado de corregir al pueblo. Ca segunt dize Beda Dios demandara al pastor los pecados de·las sus ouejas. Sobre todo aquesto. tu que deseas dignidat, oye vna terrible sentençia de sant Agustin diziente. Piense la tu prudençia religiosa que non ay cosa açerca de Dios mas mjserable»