«del coraçon, e grant salut, del onbre. Por ende non temas de salir de·la tu casa que te han de fallesçer las cosas nesçessarias. mas alança tu cuydado en·el señor, e el te manterna. Oye lo que Dios te manda por Muysen fablando d·esta cosa. El peregrino que entra por las tus puertas da·le de comer. Pues que ansi es. si Dios mando de ty peregrino tener»