«por la grande hueste de aquel e ciento e trenta elefantes, de cierta sciencia defiança fingiendo, retuuo la hueste dentro Palermo, e fizo ante si sobras grande e ancha caua. Despues esguardando la hueste de Asdrubal, que hauia puestos los elefantes en·la prjmera batalla, mando a·los lanceros que echassen dardos e lanças contra las bestias, e que tornassen luego en la caua, de·las quales sallidas mouidos los regidores»