«segun dize el mesmo. No ay piedra ne yerba tan verde como la esmeralda. ca ella da verdura al ayre que le es cerca segun dize Ysidoro, y su verdura por el sol no se obscuresce. No hay piedra tan preciosa a·los ojos de·los que la tallan como la esmeralda: y quando es bien labrada recibe en si las figuras y ymagines de·los que la miran como vn»