«los ojos. Por ende en tal manera se deue ordenar la batalla que el viento e el sol le de en·las espaldas sy ser pudiere, o a·lo menos non de cara. Ley de estableçimjento es que en la primera orden sean puestos los caualleros vsados de armas e en·la segunda los caualleros e otros omnes con lanças e dardos. e cada vno d·ellos armados acostumbrauan a ocupar»